Tecnalia amplía su laboratorio de hidrógeno para descarbonizar el transporte pesado
Tras abrir las puertas, el pasado mes de febrero, de nuevas instalaciones para centralizar todas sus investigaciones en torno a esta alternativa energética, el centro tecnológico vasco seguirá reforzando sus líneas de investigación en torno a las múltiples posibilidades que ofrece el hidrógeno.
Estas instalaciones, ubicadas en el Parque Científico y Tecnológico de Gipuzkoa de Donostia-San Sebastián, acogen más de medio centenar de proyectos en torno a la generación, el almacenamiento, la distribución y el transporte, y los usos y seguridad del hidrógeno en sus más de 1.000 metros cuadrados de superficie. Sin embargo, ya están llevando a cabo obras para ampliar y extender sus investigaciones al nuevo edificio en construcción, que estará listo para 2026. En él, según adelantan a Crónica Vasca, "gran parte va a estar relacionada con hidrógeno enfocado principalmente al sector de la movilidad y, más concretamente, para el transporte pesado" con un segundo laboratorio en el que según explica Ekain Fernández, experto en hidrógeno y responsable del laboratorio, prevén "testar sus propios prototipos".
La apuesta de Tecnalia por el hidrógeno es clara. "Apoyamos a la industria con las capacidades que tenemos de testeo, pero también apoyamos en la parte de desarrollo y fabricación porque no hay industria en torno al hidrógeno todavía, entonces es el momento de dar este paso. Es fundamental ir por delante, allanando el camino para la industria que viene detrás", destaca José Luis Elejalde, director de la Unidad de Transición Energética, Climática y Urbana de Tecnalia. El centro vasco desarrolla productos y medidas de seguridad que puedan sacar las empresas después al mercado. "La clave de nuestra actividad es tratar de adelantarnos y como tenemos la convicción de que en unos años va a haber una nueva economía en torno al hidrógeno creemos que probablemente Euskadi y España tienen una oportunidad muy importante de ir por delante", subraya Elejalde.
Fuente: Crónica Vasca